Xavi Simons, el cartel publicitario de los rizos dorados

Imagen: Give Me Sports

El holandés de 17 años ya debutó con el primer equipo del PSG y se perfila como próxima figura mundial. Sin embargo, su fama ha estado más ligada a la parte publicitaria que al propio talento

Una de las premisas que impulsó Jean-Jaques Rousseau en el siglo XVIII con la implementación del contrato social, el paso de la vida natural a la vida cultural y la regulación de las libertades del ser humano fue la frase “Ser y parecer”. Y es que este pensador suizo analizó a tal punto la vida en sociedad, los sistemas democráticos nacientes y las clases sociales ya establecidas, que no vio otra manera por la cual el Homo sapiens pudiera encajar perfectamente en convivencia con los mismos de su especie. Siglos después, hoy, el capitalismo ha invadido a tal nivel el deporte, que la ficción y el mercadeo superan lo tangible y verdadero. Xavi Simons es una historia creada a la perfección. Es una figura construida por el mercantilismo descarado.

Y al decir que parece un guion planificado milimétricamente, hay que relacionarlo con la imagen que se ha vendido sobre él y cómo las ansias de resultados netamente económicos lo han desviado de su proceso deportivo posiblemente fructífero. La responsabilidad primaria es de Nike, y tal vez de su entorno idealizándolo como la nueva figura, además de un afán desmesurado de extraer dinero por medio de sus rizos de oro y su biotipo atractivo entre jóvenes no desarrollados físicamente al nivel del holandés de 17 años. “Si no eres del todo bueno, intenta parecerlo”.

Simons, quien nació en Amsterdam para 2003, se sumó a las divisiones inferiores del FC Barcelona (La Masía) en la temporada 2010/2011, con el fútbol español de moda por la Copa del Mundo ganada en Sudáfrica y la temporada consagratoria de Pep Guardiola, Lionel Messi, Xavi Hernández y Andrés Iniesta en el conjunto catalán. Las pocas fotografías de aquel entonces que reflejan al pequeño alevín lo muestran desde siempre con botines de la marca norteamericana Nike y una cabellera que empezaba a asomarse. Rápidamente, la reconocida empresa de implementos deportivos lo fichó como un verdadero crack en crecimiento, y sin duda, el cartel publicitario más rentable, teniendo en cuenta la rápida propagación de las redes sociales y cada vez más niños soñadores sumándose a la movida del fútbol barcelonista.

La estrategia de mercadeo por parte del patrocinador fue algo sofisticada. A diferencia de sus publicidades tradicionales con grandes jugadores como Cristiano Ronaldo, Wayne Rooney o Neymar, acoger a Xavi Simons significó dirigirse a los niños directamente, y hacerlos ver ese sueño de llegar al profesionalismo representándose en un semejante de corta edad, real, con el que compartían entrenamiento o con el que se enfrentaban los domingos en la mañana. Ver el estilo de vida futbolístico en un pequeño prospecto, con fans, con look propio y con algo fundamental en la mente ambiciosa del jugador, dinero producto del talento. El niño de moda y con un futuro asegurado.

Pero la pregunta fundante es si esa historia que se muestra en la cuenta de más de dos millones de seguidores en Instagram y que aparece en las imágenes publicitarias a nivel mundial es tan real como para creerlo y sumarse a su tendencia. Por un lado, lo más seguro es que nunca se quede sin equipo y termine jugando en las principales ligas, además de vestir casi que por obligación la camiseta de un club que comparta sponsor; ese punto no puede faltar, y es que una figura Nike vistiendo Adidas no genera éxito publicitario. Por otra parte, su representante es simplemente infalible en hacer buenos negocios; Mino Raiola, el mismo de jugadores como Paul Pogba, Moise Kean, Zlatan Ibrahimovic y Erlin Haaland, entre tantos fenómenos más.

Justamente, esa relación entre marca y empresario deportivo reivindica la idea de que su nivel futbolístico no es tan alto como su visibilidad mercantil. Y es que según el diario Sport de Barcelona, la salida de Simons del club Blaugrana no significó un problema, pues dentro del equipo español no hacía parte del futuro deportivo de sus divisiones inferiores, ni tampoco era una prioridad para los próximos a debutar con el primer equipo; aun así, como lo dice el propio medio, Barcelona le habría ofrecido 200.000 euros por temporada para su renovación, con tal de que siguiera generando éxito publicitario. El PSG le ofreció un millón de euros para vestir los colores parisinos y ese fue su destino. ¿Marca? Nike.

Un millón de euros a un chico que no ha debutado oficialmente !

¿Qué tanto debe vender un joven menor de edad para recibir un pago de un millón de euros cada año? Obviamente, las ganancias sobrepasan esa cifra, que entre otras cosas no es mayor por temas legales con FIFA y los menores de 18 años. Solo pudo debutar profesionalmente en un partido amistoso, cuando a principios de agosto tuvo 16’ en campo ante Sochaux. Incluso con menos de un partido disputado, Simons ya está posicionado como una figura joven, al que todos quieren seguirle los pasos y cumplir el sueño que cumlió él, tener los botines que porta él y vivir la vida que lleva él.

Sus redes sociales son el mecanismo perfecto; principalmente, portando artículos Nike, además de fotografías tipo influencer y exhibiciones de su preparación física para ser el mejor y parecer el mejor. Toda una celebridad. También está su página web, que aunque no tiene información de ningún tipo, solo deja ver la frase “Cree en tus sueños” y un formulario para intereses comerciales; un objeto comercial. Hay que tener en cuenta que el 96% de los jóvenes entre 13 y 24 años tienen acceso a redes sociales, factor que facilita el proceso monetario, con un ideal ya consolidado del joven que sí puede.

Sus posibilidades son las tradicionales que propone el fútbol. Ganar o perder. Puede que en algunos años sea la maravilla exótica del fútbol mundial y que todo ese marcadeo se justifique dentro del terreno, o puede que como un valla publicitaria sea cambiada por otra cuando el producto a explotar y comercializar ya llegó a su fase decadente. Lo que sí es seguro es que el tiempo pasa y Xavi Simons no será por siempre la figura juvenil de los rizos más novedosos.