

Empate a dos goles esta tarde en Vallecas entre Rayo Vallecano y Real Sociedad en partido de la jornada once de LaLiga. Mumin y Bebe para los locales y Mikel Oyarzabal en dos ocasiones, una de penalti, fueron los goleadores de la tarde
Primeros minutos de muchos desplazamientos en largo, sin sentido alguno, y fricciones, en Vallecas entre Rayo Vallecano y Real Sociedad. Solo un error en la salida del juego del Rayo Vallecano sobresalto los ánimos, y de que manera, del respetable durante el primer cuarto de hora. ¿Por qué? Por qué Brais Méndez, el cobrador de la falta a Kubo que se genero tras el error, toco madera con su lanzamiento.
Pasado el primer cuarto de hora, y sin grandes alardes la Real Sociedad iba poco a poco erosionando la resistencia del peleón equipo de Francisco Rodríguez. Para desgracia del conjunto vasco, sus jugadores con el minimizado Take Kubo a la cabeza, no eran capaces de divisar la portería de Dimitrievski para inquietarle.
Este debe cerca estuvo de capitalizarlo en dos oportunidades el Rayo Vallecano. Primero cuando un centro pasado lo remataba en el segundo palo Álvaro García para que Remiro se luciera impidiendo el 1-0. Acto seguido solo la precipitación de De Tomás en su disparo impidió males mayores para los visitantes. ‘Cocodrilo que se duerme es cartera’, pues la Real Sociedad entera se durmió al rechace de una falta que despejo Remiro por lo que Mumin, en la tercera oportunidad rayista, capitalizo con total tranquilidad la pachorra visitante.
La Real Sociedad, con el gol en contra, subió una marcha su intensidad para ponerse en consonancia con los locales. Y por calidad pura llegaron primero las ocasiones, y después el lógico, por diferencia de calidad empate, obra de Oyarzabal.
El paso por vestuarios devolvió al Rayo Vallecano el dominio del partido. Los de Francisco metieron el partido en una batidora que incomodo el juego notablemente el juego realista. Eso sí, con mas ¡uys! que peligro real sobre la meta de Remiro. Con el dominio rayista afianzado, un error del ‘Pacha’ Espino cambio el curso del partido. El zaguero uruguayo regalo de manera infantil un penalti por manos que Oyarzabal no desaprovecho. Tras el gol, los de Imanol Alguacil se tranquilizaron e intentaron esconder la pelota para que sucediera lo menos posible hasta el final del partido….
sin demasiado éxito. ¿Por qué? Por qué los cambios de Francisco, dando entrada a Kike Pérez y Camello, y ‘Vallekanfield’ que apretó mucho, acogotaron a una Real Sociedad que tuvo que ponerse el mono de trabajo para atar la victoria. Tuvo varias opciones el cuadro donostiarra para cerrar el partido, pero su falta de pericia en la suerte suprema del fútbol, el gol, les castigo. ¿Como? Con el justo empate obra de Bebe a los noventa minutos de partido.
En la ruleta rusa que fueron los últimos minutos, una bala perdida pudo darle la victoria a la Real Sociedad pero no hubiera sido justo que el cabezazo de Sadiq fuera el 2-3.