Tottenham y West Ham se reparten los puntos en un derbi que tuvo como protagonista a Gareth Bale y a Manuel Lanzini.
Todo apuntaba a que sería una tarde de gala en el Tottenham Hotspur Stadium. Gareth Bale fue convocado por primera vez desde su regreso al Tottenham y parecía que iba a tener un re-debut soñado.
En el primer minuto de partido Harry Kane asistía, una vez más, a Son para que adelantara al Tottenham. El derby se ponía de cara para el equipo de Mourinho, que encontraba muy rápido los espacios a la espalda de la defensa hammer y que demostraba por qué el estilo del técnico de Setúbal es idóneo para este equipo.
Siete minutos después era Harry Kane el que mandaba el balón al fondo de la red para ampliar la ventaja a favor del Tottenham, que se marcharía al descanso con un 3-0 después de que Kane anotará en el minuto 16’ un nuevo gol para anotarse un nuevo doblete en su archivo.
El partido parecía hecho, el West Ham apenas creaba peligro, y las veces que conseguía acercarse a la portería de Lloris no lo aprovechaban (para muestra el cabezazo que Pablo Fornals manda por encima del larguero con el meta francés ya vencido). Pero si algo ha demostrado el West Ham en sus dos últimos encuentros, es que tiene armas de sobra para sobreponerse a cualquier situación.
En el minuto 73’ Gareth Bale entraba al terreno de juego y, aunque se le notaba con falta de rodaje, le dio tiempo a generar una ocasión de peligro, pero el balón se marchó rozando el palo. A partir de ese momento comenzó la locura.
Nueve minutos después, Fabián Balbuena anotaba el primer gol para el West Ham, que recortaría aún más distancias tres minutos después aprovechando un gol en propia puerta de Davinson Sánchez. Mourinho comenzaba a inquietarse en la banda.
El partido llegaba al final y se añadieron cinco minutos de descuento, y cuando parecía que el mal trago del Tottenham había pasado y que finalmente se llevarían los tres puntos, Manuel Lanzini se vistió de Ferenc Puskás para trazar un golpeo perfecto desde el borde del área. El balón golpea en la mano de Lloris y entra. 3-3, reparto de puntos y un muy probable enfado de Mourinho.
