En la actualidad cuando se habla de Costa Rica, a nivel de fútbol, posiblemente el único recuerdo que se les venga a la mente es la participación de los centroamericanos en el Campeonato Mundial de Brasil 2014, hecho del que ya han pasado 6 años, pero seguirá en el corazón de todos los «ticos».
Hoy devolverse a 2014, en el que no solo figuraron en el Mundial Masculino, sino que también fueron anfitriones de un evento FIFA, Mundial Femenino Costa Rica Sub-17, y se dio su primera clasificación a una copa mundial femenina mayor; un año sensacional en todo sentido.
Pero entremos en detalle y hablemos de la gesta en Brasil.
Enfrentar un mundial no era novedad para Costa Rica, ya tenía 3 atrás, lo que no era normal fueron sus rivales, Inglaterra, Uruguay e Italia, en un preámbulo se veía que los ticos no iban a tener ni siquiera la oportunidad de ganar en el denominado «Grupo D la muerte».
Todo comenzó un 14 de junio de aquel año, en donde los ticos buscaban sacarse la espina, contra un Uruguay que los había dejado fuera de la cita mundialista en Sudáfrica 2010, en el repechaje que ganaron los charrúas 2-1.
El juego comenzó mal para los costarricenses, cuando de penal, Edison Cavani, abriría la cuenta por la vía de penal, poniendo el 1-0 y el dolor de los ticos que pensaban que sería otro fracaso como en el del 2006.
Sin embargo, llegó la segunda parte del encuentro en donde Costa Rica uniendo el corazón de 5 millones de personas encontraría la remontada por medio de Joel Campbell, Oscar Duarte y Marco Ureña, 1-3 el marcador final. Partido sorprendente, que hizo estallar en alegría a los ticos, quienes derramaban lágrimas, de una situación que no tenían un concepto de cómo describirlo, era más abstracto de lo que se podía creer.
La fiesta pasó, pero se venía el segundo encuentro para los centroamericanos. Italia sería la segunda víctima, un 20 de junio, fecha en la que clasificaron a octavos de final en el Mundial de Italia 90.
En este partido habría de todo un poco. Antes del mismo, Balotelli confesó no conocer a ningún jugador de Costa Rica, pero eso solo fue el principió.
Inició el cotejo en el Arena Pernambuco, partido trabado en todo sentido, 2 selecciones con un fútbol defensivo, pero una que jugó más con el corazón que con otra cosa, sin embargo, los ticos se vieron perjudicados en un penal no cobrado al desamparadeño, Joel Campbell, por el árbitro chileno Enrique Osses, lo que provocó indignación en los costarricenses.
«Se tragó el pito Osses», fue la frase del narrador del medio de comunicación, Deportes Repretel, Oscar Segura.
Pero, ese enojo cambiaría en cuestión de minutos y se convertiría en una felicidad, que creo, solo un tico podría explicar, cuando Bryan Ruíz pondría el primer y único gol ante un centro simplemente perfecto de Junior Díaz. Ese marcador de 0-1 se mantendría y Costa Rica clasificaría por segunda vez en su historia a octavos de final de una copa mundial.
La fuente de la hispanidad en San José empezó a llenarse de una mancha roja, ocupada por miles de costarricenses que ya no sabían como expresar sus sentimientos y nada mas se dejaron llevar por el momento.
El campeonato continuaba. Inglaterra sería el tercer rival, pero no les fue tan mal, no perdieron ante la sorpresa del mundial, empate sin trascendencia de 0-0, que solo hizo que Costa Rica culminara como primero de grupo, superando a 3 campeones mundiales.
Vendrían los Dioses griegos, sin embargo, ese término no sirvió de nada, porque sería otra de las víctimas mortales de «La Muerte».
Ese 29 de junio, Costa Rica abriría el marcador con un toque sublime de Bryan Ruíz González al palo inferior derecho del arquero griego, que poco pudo hacer para detener el balón.
Ya se veían en cuartos de final, pero llegó el gol griego en los últimos minutos de juego, que le bajó la presión a más de uno en la «Suiza Centroamericana».
Con un hombre menos, pero con millones dando apoyo desde las 7 provincias del país, lograron llegar a los penales, otro sufrimiento más que tendrían que pasar. Todos anotaban, pero llegó el cuarto penal para los griegos, en donde Keylor le detendría la pena máxima a Theofanis Gekas, que solo le quedó lamentarse tras el fallo.
Todo un país a la espera de quién sería el último lanzador, la cámara enfocaba a todos, pero ya había uno escogido, el santaneño, Michael Umaña Corrales, quien con un disparo certero a la parte superior izquierda del guardameta griego, puso a los costarricenses a llorar, gritar, abrazar, festejar y un infinidad de cosas que son difíciles e imposibles de explicar.
Y aquí hay que mencionar a alguien que hasta el momento no ha sido un protagonista, pero se sabe que lo fue. Jorge Luis Pinto Afanador, director técnico de los ticos, festejó a más no poder y no pudo contener las lágrimas de felicidad tras su mayor logro como técnico. Un colombiano que se ganó el corazón de muchos, no solo de los costarricense sino también del mundo entero.
Hablar de lo que sintió cada jugador en ese momento alcanzaría para crear cientos de libros, pero sin duda alguna que cada uno de esos sentimientos se guarda en algún lugar especial de cada tico.
Los cuartos de final llegaron y se enfrentarían al actual subcampeón del mundo, Holanda, «La Naranja Mecánica» de Robben, Van Persie, Sneijder y muchos más, a los que no les sería fácil ganarle a los ticos, que no se darían por vencidos tan rápido.
El partido quedó empate, y los penales definirían al semifinalista, sin embargo, minutos antes se dio una situación que solo hizo reír a Jorge Luis Pinto, aunque esa risa era más de nervios. El guardameta Tim Krul ingresó de variante a falta de un minuto para que terminara el encuentro por el arquero titular, Jasper Cillessen. Uno de los cambios más importantes de la historia, protagonizado por el técnico Louis van Gaal.
Al final le resultó al equipo holandés, quien clasificó a las semifinales, y dejó en el camino a una Costa Rica que se fue invicta y con solo 2 goles en contra, siendo octavos de la cita mundialista.
Lucharon hasta el final, jugaron con orgullo, demostraron de qué están hechos y se ganaron el reconocimiento del mundo. Costa Rica fue una revelación, y dejó en claro que la historia es pasada y que el presente nos da la oportunidad de cambiarla.
2014, el año de Costa Rica…