La ‘bomba Vinicius’ estalla en el Real Madrid

El brasileño no soportó una decisión del técnico en pleno Clásico y su enfado amenaza con abrir una grieta dentro del vestuario blanco

El Clásico debía ser una fiesta para el Real Madrid, pero acabó dejando una imagen preocupante. En el minuto 70, con el partido aún abierto, Xabi Alonso decidió sustituir a Vinicius Jr para dar entrada a Rodrygo Goes. El brasileño, visiblemente molesto, no disimuló su enfado y dejó claro ante las cámaras su desacuerdo con el cambio.

Tras el encuentro, el técnico intentó rebajar la tensión: “Lo hablaremos dentro del trabajo del partido, que ha sido muy completo”, afirmó Xabi, tratando de minimizar un conflicto que, sin embargo, ya es un secreto a voces en el vestuario.

La reacción de Vinicius no fue un simple arrebato. El extremo arrastra semanas de frustración por las decisiones de su entrenador. En lo que va de temporada, ha sido suplente ante el Oviedo, el Olympique de Marsella y el Getafe, y de los diez partidos que inició como titular, fue sustituido en siete. Lo del Clásico fue la gota que colmó el vaso.

A ello se suma la inevitable comparación con Kylian Mbappé. El francés ha disputado 13 partidos, todos como titular, y acumula 1.142 minutos, frente a los 880 del brasileño. Además, rara vez es cambiado antes del minuto 80, mientras que Vinicius suele dejar el campo mucho antes, incluso con el marcador abierto.

Aunque ambos mantienen una buena relación personal, su estatus en el equipo es muy distinto. Mbappé se ha convertido en la cara visible del proyecto y en el favorito de Xabi Alonso, relegando a Vinicius a un segundo plano.

La tensión no se limita al terreno de juego. La renovación del contrato del brasileño, que expira en 2027, está completamente paralizada. Florentino Pérez no tiene prisa, y el jugador empieza a sentir que su peso en el club se diluye.

La ‘bomba Vinicius’ ya ha explotado. Ahora, el reto de Xabi Alonso será calmar las aguas sin debilitar su autoridad. Porque, aunque el liderato maquille la situación, dentro del Madrid se respira una tensión que amenaza con ir a más.