Estalla una guerra interna que amenaza el futuro del Real Madrid

Dos bandos enfrentados dentro del club blanco debaten sobre el modelo societario que definirá su futuro. La tensión alcanza incluso al entorno más cercano del presidente.

No todo es calma en el Real Madrid. Detrás del brillo deportivo y de los éxitos recientes, se libra una auténtica guerra civil interna que podría marcar el futuro de la entidad. El conflicto enfrenta a dos bloques con visiones opuestas sobre el modelo societario del club.

Por un lado, la Junta Directiva y el director general, José Ángel Sánchez, defienden mantener la estructura actual de club de socios, al estilo de FC Barcelona, Athletic Club y Osasuna. En este grupo se encuentra también Enrique Pérez, hermano del presidente. Al otro lado, Florentino Pérez y su hombre de máxima confianza, Anas Laghrari, apuestan por un cambio radical.

Laghrari, cofundador de A22 Sports Management y uno de los grandes ideólogos de la Superliga, impulsa desde hace meses la transformación del Real Madrid en una sociedad anónima deportiva (SAD). Según el plan diseñado por el propio presidente y su entorno más cercano, la nueva estructura dejaría el 51% de la propiedad en manos de la Fundación Real Madrid, mientras que el 49% restante correspondería a los socios. El objetivo: blindar al club frente a amenazas externas y mantener el control institucional bajo un formato más empresarial.

Sin embargo, esta propuesta genera un profundo rechazo entre parte de la directiva y del entorno tradicional madridista. La actual Ley del Deporte, vigente desde diciembre de 2022, permite competir como club deportivo sin necesidad de transformarse en SAD, pero aquellos que lo hagan quedarán sujetos a las normas del régimen mercantil. Para los detractores, este cambio pondría fin al modelo histórico de propiedad social que distingue al Real Madrid desde su fundación.

El proyecto, que empezó a tomar forma a finales del pasado año, aún no ha sido presentado en la Asamblea General de Socios, donde debería someterse a votación. La falta de consenso ha frenado los planes de Florentino, que por ahora evita un choque frontal en público mientras las tensiones crecen en privado.

Actualmente, el club ya cuenta con dos sociedades internas: una dedicada a la explotación del Santiago Bernabéu, gestionada junto a la empresa estadounidense Legends, y otra vinculada a las instalaciones deportivas. Pero la conversión completa en SAD supondría un salto de magnitud muy superior.

El pulso entre los defensores del modelo tradicional y los impulsores del nuevo formato continúa. Y mientras el equipo brilla sobre el césped, en los despachos de Valdebebas se libra una batalla silenciosa que podría redefinir para siempre el futuro del Real Madrid.