El Bernabéu se hartó de Vinicius
Fue una de las escenas más comentadas del encuentro. El momento en el que Vinicius abandonó el terreno de juego rumbo al banquillo tras ser sustituido por Gonzalo estuvo acompañado por una pitada clara, sonora y difícil de ignorar desde la grada del Santiago Bernabéu.
En caliente, el brasileño optó por la calma. Sin aspavientos, sin reproches y sin gestos hacia el público. Se acercó al banquillo, se fundió en un abrazo con Xabi Alonso y tomó asiento junto a sus compañeros, esperando a que el ambiente se enfriara y el partido siguiera su curso.
Sin embargo, el verdadero ruido llegó después. Ya lejos del estadio, Vinicius sí dejó señales que muchos aficionados interpretaron como mensajes directos. El primero, un cambio llamativo en su perfil oficial de Instagram: la imagen con la camiseta del Real Madrid dio paso a otra luciendo la de Brasil. Un detalle pequeño, pero cargado de simbolismo para una afición muy pendiente de cada gesto.

El segundo llegó con una publicación relacionada con el partido ante el Sevilla, el último del año. Apenas un par de fotos del encuentro y ningún mensaje de cierre, sin felicitaciones navideñas ni palabras de cariño para la hinchada. Solo tres puntos suspensivos. Un silencio escrito que ha dado pie a todo tipo de interpretaciones, la mayoría de ellas poco optimistas.
Lo que parece evidente es que los pitos no le han sentado bien al atacante. El ambiente vivido en el Bernabéu ha dejado huella y ahora todas las miradas están puestas en sus próximos movimientos. Su actitud, dentro y fuera del campo, y especialmente en redes sociales, será seguida con lupa en los próximos días. La relación con la grada atraviesa un momento delicado y el desenlace, de momento, queda abierto.


