Paraguay se prepara para el regreso del fútbol profesional

Tras 91 días desde el último partido de fútbol jugado en Paraguay, este miércoles 10 de junio la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) recibió LA aprobación del protocolo sanitario presentado al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS).
El último 11 de marzo se disputó por última vez un partido de fútbol en Paraguay:
Olimpia (2) vs Defensa y Justicia (1) en el estadio Manuel Ferreira de Asunción. Ya en
aquella ocasión, el partido se jugó a puertas cerradas; asimismo, teniendo en cuenta las
recomendaciones dispuestas por el MSPyBS sobre el distanciamiento social y eventos de
masiva concurrencia. Esta decisión se tomó 24 horas antes del encuentro y tres días

después de la confirmación del primer caso de COVID-19 en suelo guaraní.

Desde entonces, el fútbol entró en un parate indefinido. Los entrenamientos, rápidamente fueron suspendidos y el país ingresó a la cuarentena obligatoria. La insólita pausa expuso las falencias del sistema que profesionaliza al fútbol en Paraguay. Los jugadores se quedaron sin cobrar sueldos y recurrieron a ofrecer trabajos caseros en redes sociales, alegando que el hecho de no cobrar se arrastra desde hace un tiempo en ciertos planteles. «El club está con atraso con nosotros, algunos compañeros llevan cuatro meses sin cobrar. Conmigo son tres meses y cuando acabe este mes de marzo serán cuatro meses», había comentado a EFE el futbolista Marcos Gamarra del club General Díaz sobre esta problemática. Además, señaló la brecha que existe entre profesionales: «Son pocos los que tienen algo ganado a través del fútbol», dijo, haciendo alusión a que en el país es complicado vivir del profesionalismo en el deporte.

No obstante, el fútbol marcó su fecha de retorno. La agenda marcó al 17 de julio como el
día en el que, tras la crisis de COVID-19, el deporte que mueve pasiones vuelve en
Paraguay. Aún con muchas precariedades, como por ejemplo fuertes internas en el
Sportivo Luqueño. Sin fortaleza política y peleando el descenso, tras varias temporadas de malos manejos y administraciones manchadas con corrupción, sin estadio y sin futuro planificado. En fin, vuelve el fútbol a Paraguay, con todos sus defectos, pero está ratificado: Vuelve.

 

Este miércoles 10 de junio retornaron a sus prácticas habituales los clubes de la Primera División. Bueno, es un decir: Sportivo Luqueño y General Díaz no entrenaron debido a atrasos en los pagos salariales. Los escándalos siguen aún sin COVID-19 en la escena y es el hilo más duro de roer que tiene la APF. Aún sin muchas garantías, la vuelta del fútbol ya está estipulada.

¿Y cómo le va a los equipos en la Liga Paraguaya?
Es una buena pregunta y muchos en el país ansiaban poder hablar del retorno del
fútbol. Libertad, Olimpia y Guaraní están en la mira del continente debido al nivel que
demostraron tanto en la Copa de Primera y la Libertadores. Libertad está
puntero en la liga y también en el Grupo H de la Conmebol Libertadores, en el cual se
encuentran también Boca Juniors, Caracas y Deportivo Independiente Medellín.
Por su parte, Olimpia apunta a su quinto campeonato doméstico al hilo y volver a repetir la
marca que consiguió entre 1956 y 1960; así como también entre los años 1978 y 1982, donde además logró algo irrepetible desde entonces: el hexacampeonato en 1983. Volviendo a la actualidad, con la gran promesa de un equipo donde Emmanuel Adebayor llegó como la figura a ser tenida en cuenta, el Rey de Copas no arrancó en su mejor forma y es escolta de Santos (6) en la Libertadores (donde suma 4 puntos en dos partidos); así como lo es también de Libertad en la liga.

Imagen: APF

Por otro lado, Guaraní es la gran sorpresa. Tras un 2019 con altibajos, logró acceder a la Fase 1 de la Conmebol Libertadores. El Aborigen logró hacerse un lugar en el Grupo B, tras dejar en el camino a tres rivales, entre ellos el Corinthians de San Pablo. Está a 5 unidades de Libertad en la liga, y es escolta del líder Palmeiras en su grupo de la Libertadores.

Por su parte, Cerro Porteño pasa por un duro momento en su economía, por lo cual decidió recortar al plantel y apegarse a sus raíces con Francisco Chiqui Arce al mando, esperando que su doctrina se estampe en una nueva generación de jugadores.  En pocas palabras, el plantel quedó fuera de la Libertadores tras caer estrepitosamente como local (0-4) ante el Barcelona de Guayaquil por el repechaje y, con la crisis, unos cuantos jugadores no continuarán en el Ciclón luego de este parón.
De este mismo modo, este popular y folclórico club tiene como objetivo remontar la
diferencia que tiene con las primeras posiciones en la tabla de la Copa de Primera (12
unidades y en la 6ª ubicación) para soñar con arrebatarle el pentacampeonato a su clásico
rival Olimpia, o incluso ser el aguafiestas de Libertad o Guaraní, que no ganan una liga

desde 2017 y 2016, respectivamente.