Foto: Manuel Velasquez/Getty Images
Entre tanta turbulencia en la Liga mx debido a la abolición del ascenso y descenso durante 3 años, compra/venta de franquicias sin pensar en la afición y controversias hacendarias, el futbol mexicano parece un barco a la deriva en mares revueltos.
Tras la cancelación del Clausura 2020 a causa de la pandemia, nuestra bendita liga reinstauró el repechaje durante los mismos 3 años en los que no habrá ascenso ni descenso. Para los ajenos a dicho formato el repechaje sólo invita a una mediocridad en el plano deportivo. La renovada liguilla ahora tendrá la “posibilidad” de contar con doce, sí, DOCE equipos que podrán aspirar a coronarse en suelo azteca.
La cúpula del futbol mexicano evidentemente se resguarda en la recuperación económica, si bien podría ser admisible en un principio para la reactivación del negocio futbolístico, hacer de este nuevo formato algo permanente me parece una atrocidad para el crecimiento del balompié nacional.
La irregularidad que se viene gestando de años atrás por la mayoría de los clubes, podría ser aún mayor y el premio de estar en la famosa ‘fiesta grande’ será tan fácil como conseguir tomar un vaso de agua.
En tanto se priorice el negocio por encima de lo deportivo, México sufrirá en ambos campos. Los proyectos que pudieran vislumbrarse a corto plazo en beneficio de lo económico tendrían mayor crecimiento en todos los rubros poniendo a la cabeza la materia prima, los futbolistas y por ende lo que hace de esto una industria: el futbol.