El segundo partido entre sí, en el encuentro más prometedor del Grupo 1 en la Liga de las Naciones de la UEFA, finalizó en igualada a un gol, en el Estadio Atleti Azzurri d’Italia.
Los goles fueron anotados por Pellegrini, para los de azul, y Van de Beek, para los de naranja. Ambos equipos ya se habían cruzado en la segunda jornada de la competición, y el triunfo había sido para los italianos por 1-0. Sin embargo, hoy la historia fue diferente, no solo en cuanto al resultado, sino que también con relación al juego y al posicionamiento de los jugadores en el campo. Por un lado, Mancini ya cuenta con un equipo aceitado.
No con respecto a nombres, en donde se producen variaciones, pero sí acerca de su estilo de juego. Esta Selección, “traiciona” al clásico estilo del fútbol italiano. Con volantes internos, extremos, y un solo punta. 4-3-3, es el sistema de juego de la Azzurra, pero con algunas alteraciones cuando el equipo se encuentra con pelota dominada.
Por momentos, D’Ambrosio se ubicaba como un tercer zaguero junto con Bonucci y Chiellini. De esta manera, con Spinazzola sobre la banda izquierda, quien daba amplitud por el sector opuesto era Barella, el interior derecho, o Chiesa, el extremo, que retrocedía para entrar en contacto con el balón. En esta variación, el 4-3-3 mutaba a un 3-4-3. Es decir, dependiendo del movimiento defensivo de su lateral, con su equipo en posesión de la pelota, y también de su volante interno, el resto automáticamente tenía otra ubicación en el campo.
Por otro lado, Frank de Boer alteró desde el inicio su sistema de juego habitual. Quedó en el olvido el 4-3-3 y el 4-2-3-1 que había utilizado en sus últimos encuentros. El sistema que eligió el entrenador neerlandés para el día de hoy fue el 5-3-2, que en ataque pasaba a ser una 3-4-1-2, con los laterales adelantados, y uno de los internos –Wijnaldum con mayor frecuencia que Van de Beek– también unos metros por delante. Renunció a los extremos, para jugar con dos delanteros de técnica y gol: Depay y Luuk de Jong.
La victoria pudo ser para cualquiera. Italia comenzó mejor en los primeros 30 minutos, en donde logró abrir el marcador. Encontró espacios por detrás de la línea de 3 zagueros -De Vrij, van Dijk y Aké-, en donde se mostraron las mayores falencias de los dirigidos por De Boer. Luego, los Países Bajos remontaron en el juego e igualaron en el resultado. A partir de allí, se dividieron los ataques, en donde ambos equipos tuvieron la posibilidad de ponerse en ventaja, pero ninguno lo concretó.
Por su parte, Polonia goleó 3-0 a Bosnia, y se ubicó en el primer lugar del Grupo 1 con 7 unidades. Le siguen los dirigidos por Mancini con 6, los neerlandeses con 5, y por último los Dragones con solo dos.