Se aprieta todavía más la soga en el cuello de Xabi Alonso (1-2)

El Santiago Bernabéu en un partido de Champions League es otro estadio. Puede dar fe de ello el Manchester City, que en los primeros minutos se vio abrasado por un Real Madrid enérgico, que tuvo pronto su primera oportunidad. Fue a los seis minutos de juego cuando Rodrygo perdonó el 1-0, tras una transición bien llevada por Vinicius. Por lo demás, el primer cuarto de hora transcurrió con el dominio de un voluntarioso Real Madrid, ante un Manchester City que intentó algo que suelen hacer mucho los equipos de Josep Guardiola. ¿El qué? Que sucedan las menos cosas posibles.

Como era de esperar, la voluntad pudo a la holgazanería. Enésima jugada donde el Manchester City intenta ahorrar energías, en esta ocasión en una disputa entre Carreras y Matheus Nunes. El ’18’ blanco gana el balón, dando inicio a una rápida transición que transforma Rodrygo Goes en el 1-0, con un disparo cruzado ante el que un dubitativo Donnarumma, pudo hacer más. Para desgracia del Real Madrid, necesitado de buenas noticias, se equivoco quien no se equivoca nunca, Thibaut Courtois. El portero belga responde debilmente a un cabezazo manso de Stones, dejando la pelota suelta para que O’Reilly hiciera el empate a uno a los 37 minutos.

‘Éramos pocos y parió la abuela’ podría decir Xabi Alonso. Cinco minutos después del gol, Antonio Rudiger comete un evitable penalti que Clement Turpin colegiado francés del partido, pasó por alto, pero el VAR, no. Erling Haaland cambió el máximo castigo por gol, con una tranquilidad pasmosa. Pudo ser peor el castigo que el Real Madrid se infligió en los últimos minutos de la primera parte, pero Thibaut Courtois se redimió de su fallo en el 1-1 con dos paradas brillantes, tras un contragolpe ‘citizen’ que heló la sangre del Santiago Bernabéu.

Tras el descanso, el Manchester City decretó el final de sus alegrías ofensivas. Con ello, hizo que el trámite del juego volviera a ser igual que antes del gol de O’Reilly. Esto lo aprovechó el Real Madrid para soltarse y asustar a Donnarumma, pero sin puntería alguna. Este hecho lo demostró Bellingham con una vaselina que se le marchó por encima del larguero ‘citizen’, por bastante. Pasado el susto, los de Josep Guardiola introdujeron un nuevo elemento en el trámite del juego, el contragolpe. Jeremy Doku fue su principal estilete. El extremo belga tuvo el 1-3, tras dejar sentado a Asencio, pero su compañero de selección Thibaut Courtois se lo negó con otra intervención brillante.

Entrados en los últimos quince minutos, ambos equipos dejaron de lado el libro de táctica para jugar con el corazón, especialmente el Real Madrid, impulsado por su público. Gianluigi Donnarumma viajó a un pasado no muy alejado en el tiempo para él, con una espantosa salida tras un saque de esquina, que, por suerte para el italiano, Vinicius mandó a la grada FANS. Endrick tuvo en su cabeza el 2-2, que por su incapacidad para crear juego no mereció el Real Madrid, pero lo estrelló en el larguero. Finalmente, y no sin pasar algun susto, el Manchester City llego a la orilla y se llevo una valiosa victoria del Santiago Bernabéu, que lo recoloca como candidato al TOP8.

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