Por Camilo Vega M.
Hans-Dieter Flick tomó un fierro caliente tras la salida de Niko Kovač de la banca del Bayern Múnich. A partir de aquel 3 de noviembre de 2019 en que asumió en el cuadro bávaro, ‘Hansi’ configuró uno de los equipos más dominantes del último a través del juego de posición. Tras obtener la octava Bundesliga, el Bayern Múnich apunta fijamente a la Champions League.
Parado en el campo
El Bayern Múnich de Flick se planta en campo con un 4-2-3-1, donde resaltan algunas posiciones más que interesantes. El primer movimiento es el de David Alaba con central por izquierda, aprovechando su pegada, su físico, su lectura de juego, su anticipación y corrección para jugar a campo abierto. Esto dio paso a la irrupción de Alphonso Davies como lateral izquierdo. El joven canadiense ha sido la gran revelación de la temporada en los bávaros gracias a su explosión, su balance ataque-defensa y velocidad.
En el doble pivote, el equipo de ‘Hansi’ vivió dos momentos. El primero con Thiago Alcántara acompañando a Kimmich. El español como organizador de juego, sacando provecho de su calidad técnica, permitía recibir de espaldas en la iniciación de juego y progresar sin necesidad de apoyos. Thiago, tendiente a arriesgar constantemente con el pase, mejoró sus números en precisión, lo que llevó a que la circulación de balón del equipo bávaro tomase más velocidad.
El segundo estadio se dio con Leon Göretzka junto a Joshua Kimmich. El ex Schalke 04, gracias a su portento físico, le permitía al cuadro bávaro presionar mucho más adelante y Kimmich se veía beneficiado en la base de la jugada. En ambos casos, hay que resaltar las posiciones escalonadas del doble pivote, formando un 4-2-3-1 asimétrico.
Elaboración de juego
Los mecanismos de elaboración de juego del equipo de Hans-Dieter Flick son diversos. Contar con un arquero como Manuel Neuer le permite ganar metros en iniciación de juego. Con Boateng y Alaba abiertos, Kimmich cayendo al apoyo, los laterales ganan altura en el terreno de juego. Importante es como la pareja de centrales atrae al equipo contrario a través de posesiones largas entre ambos y conducciones verticales. De esta manera liberan espacios que utilizan los hombres por delante de la línea de balón, los cuales están en constante movimiento. Una de las grandes características del Bayern Múnich de Flick es precisamente esta: el incesante movimiento de sus piezas por delante del balón.
El juego de posición del Bayern Múnich es dinámico, eficiente y eficaz. Los jugadores bávaros por delante de la línea de balón están siempre de cara a portería rival. Salvo los movimientos de apoyo que realizan Thömas Muller y Robert Lewandowski. El primero genera apoyos en corto, a ras de piso. El segundo es un seguro por arriba a la hora de recibir los balones en largo, usualmente explotando el recurso de Neuer con su juego de pies. Esto no implica, como se verá más adelante, que no puedan cumplir ambas funciones, y es que una de las grandes asociaciones de este equipo es la del media punta alemán y el ‘9’ polaco.
Los externos, usualmente Gnabry y Coman, generan apoyos en los pasillos interiores y rupturas del exterior hacia dentro, aprovechando los espacios generados por Lewandowski y Müller. Göretzka también ha sacado ventajas como llegador desde segunda línea. El equipo de Flick aprovecha gracias a esto los balones en largo para que Gnabry y compañía realicen rupturas al espacio en velocidad.
El cuadro bávaro busca constantemente progresar de manera vertical, usando la movilidad de sus piezas, los apoyos, la fijación de los extremos y las rupturas por dentro. Esto permite que, en caso de pérdida de balón, esta se produzca de tal manera que la presión se efectúe lo más rápido posible. Flick tiende la trampa para el rival: los obliga a lateralizar el juego, a buscar las bandas, y es ahí donde ejerce la presión, acumulando hombres, para recuperar de tal manera que pueda generar un rápido contragolpe por fuera.
El equipo de Hans-Dieter Flick ha generado interesantes asociaciones, una de ellas la de Robert Lewandowski y Thömas Müller. Entre ambos han producido 42 goles y 25 asistencias únicamente en Bundesliga. El juego fuera del área del polaco ha crecido esta temporada, cayendo muy bien al apoyo en la base de la jugada, trazando desmarques para crear espacios que explotan Müller y compañía y participando incluso en el último pase. La maduración de Robert ha significado un crecimiento no solo cuantitativo, sino que además cualitativo para el Bayern Múnich.
Como cualquier equipo, los bávaros también tienen problemas. Uno de ellos es que sus laterales no son aptos para recibir fijados en banda, sobre todo Alphonso Davies. Son laterales para llegar, no para estar. El canadiense no es del todo resolutivo sin campo para correr, generando recuperaciones del rival que, a su vez, resaltan una de las buenas cualidades de Davies que es su corrección defensiva en velocidad. Otro de los problemas del cuadro de Flick es la espalda de Jerome Boateng. Consecuencia de su edad y su deterioro físico, Boateng no cuenta con la potencia para defender a campo abierto y donde más han dañado los demás equipos al Bayern Múnich es precisamente a la espalda del defensor alemán.
Hans-Dieter Flick ha gestionado una plantilla con calidad sobrante y ha configurado un equipo difícil de detener. Los bávaros están dentro de los favoritos para obtener la Champions League esta temporada, siendo este el paso faltante para la consolidación del proyecto que comanda “Hansi”.