Uno de los partidos que da el vamos al regreso de la Champions League enfrenta al actual campeón de la Serie A y a un cuadro francés ansioso por volver al primer plano continental.
Mientras la Juventus campeonó, sin convencer, el Olympique de Lyon dejó aún más dudas en la temporada 2019-2020 al no clasificar a ninguna copa europea.
Por el lado de Juventus, gana, pero no convence. El noveno título de Serie A consecutivo en Turín no ha significado un respaldo absoluto a la conducción de Maurizio Sarri. Post parón dejó más dudas que certezas en su funcionamiento, enredando más puntos de lo pensado y alzándose con el título con apenas un punto de ventaja sobre Inter.
En cuanto al dibujo táctico, Sarri ha tenido que cambiar a lo largo de la temporada. En 19 oportunidades, sobre todo al comienzo de su llegada a Turín, utilizó su habitual 4-3-3 con un pivote (Pjanic) y dos interiores de diferentes características (Rabiot y Bentancur). Sin embargo, el equipo fue mutando a un 4-3-1-2 para dar cabida a la dupla Dybala-Cristiano Ronaldo, que cada vez se ha complementado mejor sobre el terreno de juego.
El ex entrenador del Chelsea ha propuesto un equipo de posesión, de ritmo bajo en transiciones y una línea de presión media-baja. Es por esto, que la Juventus ha sufrido más que en otras temporadas a nivel defensivo. Espeso con balón en ¾ de cancha y con falta de profundidad por banda, el dominio del equipo de Turín se ha basado en la rotación del balón hasta generar el contexto idóneo para Cristiano Ronaldo y Paulo Dybala.
Sarri tiene que lidiar con las posibles bajas de Dybala, Khedira y Douglas Costa. Llegará al partido de vuelta de los octavos de final de Champions League necesitado de ganar, pero también de mejorar en el funcionamiento colectivo.
En cuanto al Lyon, el no regreso del fútbol en Francia, lo ha dejado como uno de los grandes perjudicados. El equipo dirigido por Rudi García ha tendido esta temporada al desorden táctico y al fallo, sumándole ahora la falta de ritmo competitivo con el que llegará al choque de octavos de final.
En la final de la Copa de la Liga de Francia, Rudi García cambió el habitual 4-3-3 utilizado en larga parte de la temporada para plantarse con un 3-5-2 o 3-3-2-2 para cerrar líneas de pase al PSG. Algo muy similar a lo realizado en el partido de ida ante el cuadro de Turín.
El plan del Lyon no es otro que esperar agazapado y, ante el primer descuido, soltar el zarpazo. Un estilo de juego de contraataque directo, donde los hombres de arriba tienen un rol preponderante en atacar la espalda de los defensores rivales. Houssem Aouar también cumple una función vital en el cuadro galo, al ser el capaz de aclarar situaciones y ofrecer soluciones con la posesión de balón, activando las diferentes zonas del campo.
Sin embargo, la esperanza de Les Lions viene de la estadística entre los entrenadores. En duelos oficiales, Maurizio Sarri no ha podido derrotar a Rudi García. En 5 encuentros, han sido 2 empates y 3 derrotas para el entrenador de la Juventus.