Fútbol Ecuatoriano: Sumergido entre la preocupación del Covid y la definición del torneo

Desde que se confirmaron los casos positivos de covid-19 en Flamengo, todo ha sido preocupación e incertidumbre, justo antes de que se jueguen las definiciones del torneo.

La pandemia de covid-19 parecería atacar nuevamente en el Ecuador, y es que luego de los partidos por Copa Libertadores entre Independiente del Valle y Flamengo y Barcelona SC frente al mismo Flamengo, en menos de una semana, la preocupación creció luego de que más del 50% de la delegación del club brasileño haya dado positivo en los testeos y hayan tenido contacto directo con prensa, jugadores, y dirigentes ecuatorianos que rodeaban los compromisos en las ciudades más importantes del país, Quito y Guayaquil.

Ante la preocupación, las principales autoridades del fútbol decidieron reunirse y consultar si era factible disputar la fecha 14 del torneo, en la que Independiente del Valle y Barcelona SC, precisamente los dos equipos involucrados en este asunto, se deben de enfrentar en un partido de vital importancia, pues ambos están peleando por quedarse con el primer lugar de la primera etapa a falta de dos partidos, incluyendo a Liga de Quito y Universidad Católica que también pelean por el primer lugar.

La decisión finalmente fue de jugar la fecha sin diferir ningún compromiso, poniendo como prioridad los intereses comerciales, pese a que autoridades como el presidente de Liga Pro, Miguel Ángel Loor, no estuvo de acuerdo junto a algunos médicos y algunos equipos, pero la mayoría fue la que decidió que se juegue con normalidad.

Independiente del Valle ya ha presentado su primer caso de covid-19 positivo con uno de sus jugadores, y esa lista podría incrementar en los próximos días, caso similar con Barcelona SC, que deberá de esperar por lo menos una semana para tener datos más certeros, más allá de las pruebas que se realicen el fin de semana para que el equipo pueda jugar torneo local y Copa Libertadores.

¿Decisión responsable o irresponsable? Eso solo el tiempo lo dirá, lo único cierto es que el miedo vuelve a atacar el fútbol ecuatoriano en una etapa del torneo decisiva, tanto en lo deportivo como en lo sanitario.