Fermín López: ‘Desde que tengo conciencia soy del Barcelona’

BARCELONA, SPAIN - AUGUST 08: Fermin Lopez of FC Barcelona looks on during the Joan Gamper Trophy match between FC Barcelona and Tottenham Hotspur at Estadi Olimpic Lluis Companys on August 08, 2023 in Barcelona, Spain. (Photo by Eric Alonso/Getty Images)

Estas son las palabras de Fermín López, jugador del Barcelona, en una entrevista concedida al diario SPORT. En ella el joven canterano culé repasa su actualidad personal y como se produjo su ascenso al primer equipo desde que llegada de su cesión al Linares la temporada pasada

Gavi, con el que coincidiste en el Betis, se fue al Barça antes que tú. ¿Recuerdas la primera vez que te dijeron que el Barcelona te quería?

Pues… Recuerdo que fue mi padre, una vez en el coche… Me iba como tanteando, ¿no? A veces me día: “Oye Fer, y si viene el Barça o el Madrid, ¿Qué hacemos?”. En esa época ya había interés por mí y claro, me preguntaban mi opinión, si me quería ir… Hasta que un día me dijo que el Barça me quería y que qué hacíamos.

¿Qué respondiste?

Yo dije “papá, papá, nos vamos, nos vamos”. No me lo pensé. Sí que es verdad que después, cuando iba pasando el tiempo y se acercaba la hora de irme, pues lo pasaba mal porque era muy pequeño y no quería separarme de mis padres, de mis amigos… Pero lo que he vivido aquí, entrar en La Masia, aunque fuera muy pequeño, no lo cambio por nada.

¿Qué te hizo dar el paso?

Es que, desde que tengo conciencia soy culé. Mi ídolo era Messi y Iniesta y siempre iba con la camiseta del Barça. Y cuando se me presentó eso, pues la primera respuesta fue sí.

¿Visitaste La Masía antes de empezar a vivir en ella?

Sí, vine creo que por mayo o junio, vine una vez con mis padres y estuve por aquí por la Ciutat Esportiva, con Roura y Altimira, que entonces eran los jefes. Estuve viendo La Masía y me explicaron cómo iba todo.

¿Y una vez aquí?

Bueno, el primer año, sobre todo, sí que seguía disfrutando del fútbol. Era ya un poco diferente porque era fútbol 11 y sí es verdad que era pequeño y me costaba un poco más, pero el primer año lo disfruté mucho. Pero ya los siguientes años, como cadete… Sí que me costó un poco más porque, no por presión, sino porque yo no iba bien… Mi crecimiento era muy tardío y sí que es verdad que, en ese momento, era difícil confiar en mí y ponerme a jugar, pero bueno, fue una etapa que aprendí y ya pasó.

¿Aquello te hizo más fuerte?

Mucho. Me costó, me costó porque en juveniles ya era mayor y me siguió costando controlar esa frustración, peo bueno, ya cuando me fui al Linares hice un poco de cambio de aires y me sirvió para controlar esa frustración y soy más fuerte ahora que antes.

No debió ser fácil.

Sí, sobre todo de pequeño. Era un chico muy, muy sensible, siempre muy transparente. Se me nota todo en la cara, en la mirada… Y sí es verdad que no estaba, que no disfrutaba. A mí siempre me gustaba entrenar y había veces que se acababa el entreno y es que no disfrutaba. Entrenaba porque tenía que venir aquí y ya está.

El Barça es una trituradora en el fútbol base, pero tuvo mucha paciencia contigo.

Siempre he sentido ese apoyo, de Roura, de Altimira… Me decían que tuviera paciencia, que el físico me iba a llegar, que aprendiera, que mejorara y que algún día estoy iba a cambiar y que las fuerzas se iban a igualar. Y que ahí sería cuando todo lo aprendido saldría, todo lo que había mejorado.

“El fútbol se juega con los pies y se piensa con la cabeza”.

Sí, pero eres el Barça y en esas categorías inferiores también quieres ganar. Y yo lloraba porque esa parte un poco se deja de lado, pero bueno, ya pasó.

¿Cuándo diste el estirón?

Un poco empecé en la cuarentena. Ahí crecí creo que fueron ocho o diez centímetros de golpe, sí. De juvenil de segundo o tercer año. Y en Linares también, ahí ya crecí hasta ser como soy ahora.

Te fuiste al Linares cedido. ¿Por qué?

Fue una decisión muy difícil porque yo siempre quería estar aquí y ver que te tienes que ir, aunque fuese cedido… Pero bueno, me comunicaron que no iba a tener muchos minutos en el filial y que lo mejor es que me fuera cedido y busque la mejor solución, que fue el Linares. Y la verdad es que me fue muy bien allí.

Disfrutaste.

Mucho. Siempre lo digo, ahí en el Linares me ayudaron a dar ese salto. Tanto la afición, como el ‘staff’ que había: Alberto, Enrique, Juanjo, los compañeros de equipo, que había gente como Lolo, Rodri, Hugo… Y me ayudaron mucho. Mucho.

Un paso atrás para dar dos adelante.

Bueno, un poco sí. Al final no todo el mundo daría ese paso quizás e iría con esa predisposición que fui al Linares, pero así soy yo y gracias a Dios las cosas fueron bien.

Del Linares al Barça.

Me acuerdo que llegué aquí en verano, venía la pretemporada y se reunieron los coordinadores conmigo. Me dijeron que iba a estar la primera semana con Xavi y que ya decidirían si iba a la gira o volvía con el Barça Atlètic. Y en los entrenos sí que es verdad que me iba encontrando bien. Intentaba hacerlo lo mejor posible, Xavi se fijó en mí y me quiso llevar a la gira.

¿Cómo te lo ganaste?

Bueno, no sé, al final intenté hacer lo que yo llevo haciendo siempre, mi juego, mi forma de entender el juego… Y eso me ayudó a que me diera la oportunidad.

¿Impresiona jugar al lado de De Jong, Lewandowski, Gündogan… y ser tú mismo?

La verdad es que al principio era cómo… Buah, llegas al vestuario con gente que son los mejores del mundo y al principio me costaba, pero cuando estaba en el campo no me fijaba en eso, estaba concentrado en el fútbol y no me impresionaba mucho, no me distraía.

¿Y cuando te dicen que vas a la gira?

¡Ya ves! Llamé corriendo a mis padres para decírselo porque no me lo esperaba. Otros compañeros ya lo sabían de antes, pero me vino de sorpresa. Cuando me lo dijeron me hizo muy feliz.

Y llega el clásico.

Empecé el partido en el banquillo y la verdad es que no me esperaba salir porque era un clásico y ahí no hay amistosos, hay que ir a ganarlo con todo. Pero de repente Óscar nos mandan a calentar a mí y a Raphinha. Ahí ya me puse un poco alerta. Calentamos muy poco, seis minutos, y ya nos dijeron para entrar. Xavi me ayudó a estar más tranquilo…

¿Qué te dijo?

Que tuviera personalidad, que probara, el último pase… Al final me salió bien.

Un poco más que bien.

Sí, me acuerdo que recupera Sergi Roberto, me la dio, conducí y no vi ni pase ni nada. Vi portería y le pegué, le pegué muy fuerte y me fue bien direccionado y Courtois no pudo pararla.

Cuándo te ves jugando en Montjuïc, el año que viene quizás en el Camp Nou… ¿La sensación es de que todo ha pasado rápido?

Lo parece, pero es verdad que ha sido un proceso duro, lento… Pero bueno, al final llegó la oportunidad. Siempre lo digo con mi padre, miramos para atrás y la verdad que hace un año no imaginábamos estar viviendo lo que estoy viviendo y ahora ya no queda otra que seguir trabajando e ir a por más.

¿Es fácil mantener los pies en el suelo?

Hombre, fácil no es porque, al final, tienes muchos factores externos que te pueden influenciar a que no tengas esa disciplina o esos pies en el suelo, como se dice. Pero yo creo que desde mi padre, mi familia, nunca han sido de esa manera y yo creo que nunca, nunca me pasará eso, si no ya está mi padre ahí para meterme caña.

¿Cómo te gustaría verte de aquí a unos años?

Hombre, pues a mí me gustaría estar en el primer equipo, seguir aquí. Cuantos más años sean, pues mejor. Ojalá pueda estar aquí siempre, pero bueno, eso nunca se sabe. Es el mejor club del mundo y cada año vienen los mejores. Nunca se sabe.

¿Qué tiene un futbolista de La Masía que no tengan los de fuera?

Bueno, yo diría el ADN este del Barça que se dice mucho. Al final los entrenadores nos enseñan o nos ayudan para llegar al primer equipo, nos enseñan cómo entrenan en el primer equipo, el modelo de juego, a perfilarse con el balón… Y al final yo creo que eso no se tiene en todos lados, no se tiene en ningún sitio.