Así trabaja Flick para mejorar la solidez defensiva del Barça
El técnico alemán ajusta presiones, coordina a su staff y sincroniza al filial para corregir una zaga que sigue dejando dudas sin renunciar al estilo del Barça.
En el FC Barcelona, uno de los técnicos más volcados en la parcela defensiva es Heiko Westermann, que dedica buena parte de su trabajo a insistir en dos principios: presionar con mayor agresividad al pasador rival y mantener a la última línea bien orientada. Con esta idea en mente, integrantes del cuerpo técnico del primer equipo se reunieron recientemente con el staff de Juliano Belletti para explicar sus métodos de trabajo sin balón.
Tras el empate en Brujas, partido en el que la zaga culé mostró su versión más frágil, Hansi Flick fue claro: “No cambiaremos nuestra filosofía, somos el Barça”. El técnico alemán mantiene su convicción pese a las dificultades, especialmente porque esta temporada la trampa del fuera de juego no está funcionando con la precisión habitual. Su objetivo es corregirlo.
El calendario, sin embargo, reduce al mínimo el margen para trabajar conceptos tácticos. Por este motivo, Flick dio tanta importancia a este apartado durante las primeras sesiones del verano de 2024. Durante el curso, las cargas postpartido y los entrenamientos diferenciados entre titulares y suplentes complican profundizar en detalles defensivos. Para maximizar el tiempo disponible, Flick y Westermann recurren a la pantalla gigante instalada en el campo Tito Vilanova, donde proyectan acciones concretas para corregir errores. Su labor se centra, sobre todo, en coordinar los momentos para adelantar o retrasar la línea y en el perfil corporal adecuado de cada defensor.
Una de las conclusiones del cuerpo técnico es que la falta de presión al poseedor penaliza gravemente al equipo. El gol de Mbappé en el Clásico es un ejemplo claro: Bellingham dispuso de varios segundos para armar la asistencia. En Balaídos ya se apreciaron cambios para limitar los espacios a la espalda. Flick incluso asignó a Frenkie de Jong una marca más individual sobre Borja Iglesias, aunque un desajuste del neerlandés terminó costando un gol.
La coordinación con el Barça Atlètic forma parte esencial del plan. El staff de Flick compartió con el filial sus principios defensivos para facilitar la adaptación de los jóvenes cuando den el salto al primer equipo. La idea es mantener una misma línea de trabajo, fiel a la tradición del club: presión intensa y valentía, aunque el foco mediático siempre recaiga en el balón. Por ahora, esta colaboración no ha bajado más allá del segundo equipo, en parte porque sin VAR el margen de error en acciones límite es mayor.
Los problemas defensivos no se reducen únicamente a la última línea: también influyen las pérdidas comprometidas y la eficacia de la presión. La portería tiene un rol determinante. Porteros como Joan Garcia o Wojciech Szczęsny figuran entre los que más intervenciones realizan fuera del área en las grandes ligas, obligados por sistemas que requieren anticipación constante. La temporada pasada, Iñaki Peña y el propio Szczęsny lideraron este registro. De esta área se encarga el preparador específico conocido como Dela, con un enfoque intensivo en análisis y vídeo siempre supervisado por Flick.


