Ensayo y error: Los grises del nuevo Chelsea de Lampard

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El cuadro londinense tuvo su estreno luego de un mercado de fichajes prometedor, con Timo Werner en gran forma, pero con un colectivo que quedó en deuda

El Chelsea de Lampard había levantado expectación entre los hinchas luego del interesante mercado de fichajes que realizó. Las llegadas de Hakim Ziyech, Timo Werner y Kai Havertz, entre otros, auguraban en la previa de la Premier League un equipo muy explosivo en ofensiva. A pesar de ganar como visitante 1-3 ante el Brighton, el cuadro ‘blue’ dejó algunas dudas.

Lampard decidió poner como XI inicial un 1-4-2-3-1. Sorprendió el ingreso de Loftus-Cheek por detrás de Werner, mientras que Mount cayó a banda izquierda y Havertz se ubicó en banda derecha.

Uno de los primeros aspectos que se apreciaron en esta nueva versión del Chelsea se dio en el emparejamiento de los hombres en ofensiva con los defensores contrarios. Se transformaba el equipo de Lampard en un 1-4-2-4 que obligaba a uno de los dos carrileros del Brighton a acoplarse con los 3 en el fondo para estar en igualdad numérica.

Sin embargo, el Chelsea sufrió de muchos problemas posicionales con y sin balón. En ofensiva, mientras Mount tendía a caer a los pasillos interiores en la base de la jugada, Loftus-Cheek no encontraba su función en el terreno de juego. Así, el equipo de Lampard solo pudo generar situaciones de peligro a través de los constantes movimientos de desmarque de Timo Werner y las rupturas de Kai Havertz.

El doble pivote Jorginho-Kanté fue otro de los problemas que evidenció el equipo londinense. Si bien ambos propiciaron el error en salida de balón del Brighton que significó el penal sobre Werner (que luego se transformó en el 0-1), debido a una presión alta, muchas veces este intento le permitió al cuadro rival encontrar líneas de pase a las espaldas de la pareja de mediocentros.

N’Golo Kanté le dio una intensidad y agresividad a la recuperación de balón del Chelsea, pero su desorden no fue acompañado por una corrección defensiva de Jorginho, generando que ambos quedasen fuera de posición cuando el Brighton lograba filtrar pases. Los errores posicionales del doble pivote blue generó que el Brighton pudiera encontrar espacios para generar situaciones de riesgo.

Sin embargo, la nota positiva la puso Timo Werner. Ante las dificultades posicionales del Chelsea para generar un desde lo colectivo, el delantero alemán cumplió pese a no anotar. Sus movimientos de desmarque, sus apoyos y rupturas le sumaron constantemente al equipo de Lampard. Su despliegue físico, sus movimientos fuera del área y su capacidad para detectar espacios en la defensa rival, será un arma importante para Lampard.

Créditos imagen: AFP News

El entrenador de los ‘blues’ tiene trabajo por delante para mejorar tanto en construcción con el control del balón, como en la corrección defensiva sin el esférico. Indudablemente, los ingresos de Ziyech y Chilwell ayudarán a subsanar algunos de estos problemas. El debut del nuevo Chelsea cumplió, a pesar de los grises en el trascurso.