Aplastante victoria del poderoso Inter por 5 a 0 ante un pobre Shakhtar, con goles de Lautaro Martínez en dos ocasiones, Danilo D´Ambrosio y Romelu Lukaku también en dos oportunidades.
El Inter pasó del cuestionamiento de Antonio Conte como entrenador, a la clasificación a la final de la Europa League. El conjunto italiano le cedió la posición del balón a su rival y resignó su forma de atacar con este objeto desde el campo propio, en lugar de esperar por el error del rival, algo que sucedió en reiteradas ocasiones, y pudo sacar provecho.
Los dirigidos por Antonio Conte ya tienen asimilado un estilo de juego. El sistema clásico de 3-5-2 le sienta a la perfección al equipo entero, y los más beneficiados son los volantes y los delanteros. El entrenador encontró en el trío Barella-Brozović-Gagliardini, un mediocampo de contención, de buen pase largo y corto, y sobretodo, con buena técnica. Los 3 cuentan con facilidades para llegar al área y con el suficiente resto físico para retroceder y presionar en la pérdida del balón.
Asimismo, al tener una dupla de atacantes todoterreno, con potencia, velocidad, buena definición, como lo son Lautaro Martínez, que suma 21 goles y 5 asistencias en 48 partidos, y Romelu Lukaku, 33 goles y 6 asistencias en 50 partidos, el equipo cuenta con ventajas que difícilmente se pueda contemplar tan a menudo. La posibilidad de jugar en largo producto de sus condiciones físicas y futbolistas, y también la de jugar en corto, tras la eficiencia en los giros y desmarques.
En este encuentro, utilizó la presión alta con sus delanteros y sus volantes más ofensivos, pero también ejecutó un achique hacia atrás, donde mayor comodidad perciben sus zagueros, Godín-De Vrij- Bastoni, de acuerdo a sus características. Buena orientación, juego aéreo y conocimiento del sistema, de los tres, acompañados por dos carrileros con la función de encargarse de toda la banda, con su cumplimiento en las transiciones de ataque-defensa, y viceversa.
El equipo italiano llegó a los primeros 2 goles por intermedio del juego aéreo. Primero con Lautaro Martínez -en la semana se posteó públicamente que va a ser padre-, la gran figura del encuentro, tras la recuperación del gran centro de Barella, y luego, D´Ambrosio de tiro de esquina. En ambos casos, los goleadores interceptaron a los defensas en el segundo palo.
Más adelante, con un rival rendido y dividido consiguió marcar 3 más, nuevamente por errores del rival cerca de su propia portería y por condiciones propias de sus atacantes.
La presión a medias, en los primeros minutos esperando el error del rival, luego de ejercer la misma de forma alta, le resultó cómodo al equipo italiano que, por técnica individual y con sobredosis de olfato de gol, pocas veces suele perdonar. Por otro lado, el Shakhtar buscó en todo momento generar superioridad numérica por las bandas, a través de la amplitud de sus laterales: Dodo y Matvyenko, con la sumatoria de sus volantes externos. Si bien tuvo situaciones, lo que no presentó el equipo de Luis Castro, fueron alternativas.
Seguramente el viernes cuando se enfrente al Sevilla en la final de la Europa League utilice el mismo sistema de juego, pero veremos qué estrategia empleará su entrenador en la previa del encuentro, ya que mostró la polifuncionalidad de equipo en más de un partido.
