La Confederación Sudamericana autorizó la utilización del estadio del Rojo, para que el Millonario haga de local por la Copa.
Luego de que el estadio Jose Amalfitani de Vélez quedara descartado por no cumplir con los requisitos mínimos que exige la Conmebol en iluminación, la dirigencia de Nuñez eligió el Libertadores de América para afrontar los partidos de local que le quedan en fase de grupos.
El Estadio Antonio Vespucio Liberti se somete a refacciones que buscarán su modernización, por lo que usará la cancha de Independiente en los duelos frente a San Pablo el 30 de septiembre y ante Liga de Quito el 20 de octubre.
Una elección en la que tuvo gran peso el entrenador Marcelo Gallardo, quien exigió que las dimensiones del campo de juego sean las mismas que las del Monumental: 105 metros de largo por 70 de ancho.
Si bien aún no se ha acordado el precio final del alquiler, las dirigencias han llegado a definir que será restado de la deuda que tiene Independiente con el equipo de Nuñez por la última cuota y los intereses del pase de Alexander Barboza, que oscila el millón de dólares.