La segunda jornada de la Bundesliga nos trajo la gran sorpresa europea, el Bayern es un equipo mortal y cayó derrotado de forma contundente en el campo del Hoffenheim. La otra noticia es el cese ya de dos entrenadores, por una lado la esperada de David Wagner del Schalke y la sorprendente de Achim Beierlorzer del Mainz
El Bayern perdió, y eso es noticia, eran 34 partidos sin perder contando todas las competiciones, y lo hizo de una forma contundente, inapelable. Puede buscarse la justificación en el cansancio físico, el jueves jugaron un partido duro contra el Sevilla con prórroga incluida, y en el once inicial Flick puso varios suplentes. Esta es la explicación más plausible, pero los bávaros no pudieron en ningún momento superar el perfecto planteamiento que Sebastian Hoeneß les planteó.
El entrenador del Hoffenheim, sobrino de Uli Hoeness, no encerró a su equipo atrás. Junto bien las líneas, presionó en bloque medio, y situó a sus puntas Kramaric y Dabbur en los laterales, para que en salida larga de balón, tanto Kimmich como Tolisso tuvieran que bascular al lateral y dejar campo abierto a las entradas desde segunda línea de los jugadores del Hoffenheim. Además, como ya indiqué el Bayern tiene gran dependencia de Kimmich, y cuando éste no anda fino se nota. El equipo ofrece, además, problemas defensivos, ya vistos la temporada pasada, que minimiza con su caudal ofensivo, pero cuando éste es escaso le penaliza y mucho.
La jornada terminó con el cese de David Wagner, entrenador del Schalke, noticia esperada que se venía anunciando durante la semana. Es el menos culpable de la situación de los mineros, inmersos en una profunda crisis institucional y económica, pero como siempre la cuerdase rompe por el más débil. Más sorprendente, aunque no menos esperada ha sido la destitución de Beierlorzer del Mainz, las dos derrotas sufridas por el equipo, en especial el sábado en casa frente el Stuttgart han precipitado unos acontecimientos que probablemente se hubieran dado más adelante. Marcus Gisdol del Köln ya tiembla, lleva dos derrotas, de perder el próximo fin de semana… y se sabe no hay dos sin tres.