El Barça decepcionó, pero Jude Bellingham no

Real Madrid's English midfielder #5 Jude Bellingham (C) celebrates with (From L) Real Madrid's German defender #22 Antonio Rudiger, Real Madrid's Brazilian forward #07 Vinicius Junior and Real Madrid's Spanish forward #14 Joselu after scoring his team's second goal during the Spanish league football match between FC Barcelona and Real Madrid CF at the Estadi Olimpic Lluis Companys in Barcelona on October 28, 2023. (Photo by LLUIS GENE / AFP)
La lengua rollingstoniana desplegada en una de las bandas y la presencia de dos históricos del rock, como Mick Jagger y Ron Wood, hacían prever una fiesta blaugrana, aunque en lo deportivo, no era este un Barça que transmitiese seguridad, sobre todo, frente a un Real Madrid, más sólido y sin tantas bajas. Aunque en el partido domino el Barça, gracias a Jude Bellingham, el guion volvió cambiarse, el resultado final dejo al equipo blaugrana con las manos vacías y al Real Madrid, en lo más alto de la Liga.
El FC Barcelona llegó este partido entre noticias deportivas y extradeportivas, entre las primeras, el resultado muy ajustado contra el Shakhtar por la Champions y saber que iba a pasar con la enfermería blaugrana, con un listado de casi medio equipo titular: Raphinha, Lewandowski, Pedri, De Jong y Koundé.
En cuanto a lo extradeportivo, la reunión, sin precedentes entre los expresidentes del Barça (Gaspart, Reyna, Bartomeu y Rosell), con Laporta, convocados por el primero, para tratar un tema candente, el Caso Negreira, que siempre latente, regresa una y otra vez a Can Barça. También, la polémica por el tweet de una miembro de la Junta Directiva del Barça, valorando el juego de Vinicius, que motivo la ausencia de Florentino Pérez en el Palco del Montjuïc.
En realidad, entre lo vinculado estrictamente al juego y al entorno, las sensaciones no eran buenas, un equipo limitado por las lesiones y por ambiente enrarecido en la previa, que pareció disiparse, si se analizan los 67 minutos del clásico. Fue un equipo que controlo los ritmos del encuentro, generó opciones de gol, los palos y una atajada de Kepa (que ejerció en esa jugada de Courtois) transmitían sensaciones contradictorias a la afición culé: dominamos y podemos ganar, pero si no marcamos ya la diferencia, viviremos un infierno.
Y así fue, en los minutos 68 y 92 del partido, Jude Bellingham empató y liquido el partido con un tiro de larga distancia y definiendo en un centro difícil de controlar.
Este Real Madrid, que llegaba con un punto de más de madurez, sufrió gran parte del partido y el Barça, que venía con un panorama complicado, lo dominaba, pero la alegría no se quedó en el Montjuïc, sino que viajo hacia el Bernabéu, porque, de alguna manera lo definió Xavi en la entrevista de DAZN: “Nosotros, generamos futbol durante buena parte del partido e hicimos un gol y el Real Madrid, mucho menos tiempo, pero concreto dos goles y en la contundencia estuvo la diferencia”.
En el Olímpic Lluís Companys, no fue la lengua rebelde de Rolling Stone la que se impuso, que era la novedad del evento, sino que se terminó cantando un gran éxito de Los Beatles, “Hey Jude”. Se alargó un partido más, lo que se denomina la maldición de Mick Jagger, tal como la describe el periodista Bernat Aguilar de El Nacional.cat, “que cada vez que el líder de los Stones presencia un partido de fútbol, más concretamente de la selección inglesa, la derrota está asegurada. Y su equipo siempre acaba siendo el perjudicado”.
El primer clásico en el Montjuïc dejó al Barça con las manos vacías y demostró, una vez más, que el Real Madrid de Ancelotti es un equipo práctico, contundente y que el objetivo ganar la Liga, está en un lugar muy alto en su orden de prioridades.