
VAR y polémica eterna: Real Madrid, Barça y Atlético en el espejo
Las estadísticas arbitrales desde la llegada del VAR dejan un patrón claro: el Real Madrid sale beneficiado, el Barcelona se mantiene en terreno medio y el Atlético, castigado. Los números avivan un viejo debate.
El VAR nació para traer justicia. O, al menos, eso se prometió. Pero mirando las cifras desde su implementación, cuesta no levantar una ceja. En las últimas siete temporadas, el Real Madrid acumula un saldo arbitral de +37 entre penaltis y expulsiones, mientras que el Barcelona se queda en +21 y el Atlético de Madrid aparece en números negativos, con -8.
El contraste se acentúa aún más si se toma como referencia la temporada 2020/21, la última que ganó el Real Madrid. Desde entonces, el club blanco sigue dominando las estadísticas con un saldo de +35, frente a +10 del Barça y -13 del Atlético. Las diferencias son notables en todos los apartados: más penaltis a favor, menos en contra y un balance de tarjetas rojas claramente positivo.
Llama la atención que el Real Madrid haya recibido 65 penaltis a favor y solo 28 en contra desde que el videoarbitraje entró en escena. En cambio, el Barcelona cuenta con 44 a favor y 29 en contra, mientras que el Atlético apenas suma 35 penaltis favorables, con 33 sancionados en su área.
En el apartado de expulsiones, la tendencia también favorece al equipo blanco: 15 rojas a favor y 24 en contra, frente al Barça (12 a favor, 29 en contra) y al Atlético (18 a favor, 29 en contra). El resultado global muestra una consistencia difícil de explicar sin recurrir a la sospecha o, al menos, a la reflexión.

El debate sobre si el VAR beneficia a unos más que a otros no es nuevo, pero los números aportan una contundencia que la percepción ya anticipaba. Los datos, fríos y claros, invitan a hacerse una pregunta incómoda: ¿ha servido el VAR para equilibrar el arbitraje o simplemente ha consolidado viejos privilegios bajo una nueva tecnología?