Los blues mostraron poderío ofensivo aunque pagaron cara su fragilidad defensiva. El Chelsea, muy superior en ataque, pero frágil y errático en defensa, sufrió y sudó más de la cuenta, para finalmente conceder un amargo empate a tres ante el Southampton, por la fecha 5 de la Premier League.
Los blues necesitaban la victoria para saltar posiciones en la tabla, en la que ocupaban un decepcionante séptimo lugar, y gracias a dos genialidades de Timo Werner y una asistencia del alemán a su compatriota Havertz, el cuadro de Frank Lampard salía adelante, pero no soportó y Jannik Vestergaard rescató el punto sobre la hora.
El primer gol de Werner se generó a los 15′, cuando el ariete teutón, Werner, recibió un pase de Ben Chilwell al borde del área, y entre cinco defensas, se hizo un lugar para rematar con autoridad y poner en ventaja a los suyos.
Con el gol, los leones azules tomaron confianza, dominaron la posesión, no dieron respiro a la media cancha de los Saints y en esa buena dinámica, un trazo largo de Jorginho encontró nuevamente a Werner, quien definió luego de hacerle un sombrero al portero y anotar de cabeza entre dos zagueros a los 28´. Todo iba bien para el Chelsea, hasta que una pérdida de balón de Kai Havertz en su propio terreno, permitió descontar a Danny Ings, al borde del descanso.
Se complicó el conjunto londinense tras una muy mejorable cesión de Kurt Zouma a su portero, y un doble error de este, quien no pudo controlar un débil pase del zaguero francés y regalaron un gol de forma incomprensible a Adams en el minuto cincuenta y siete.
La confianza ganada por el 2-2 fue efímera, ya que a los 59′ una combinación de los dos alemanes de los «blues», dio el tercer tanto a los locales. Werner ganó un duelo en velocidad por la derecha a su marcador y asistió a Havertz, que solo en el segundo palo, devolvió la ventaja a los de Lampard.
Dio aire Lampard a su equipo en los minutos finales, dando entrada a otro de sus flamantes fichajes, Hakim Ziyech, para mantener la verticalidad, aunque el tramo final fue más para calcular y evitar el trágico 3-3, que llegó a la postre en pies de Vestergaard, previo disparo de Theo Walcott, a los 92 minutos.
Entre las novedades del choque, estuvo la ausencia de Thiago Silva en la zaga «blue», reemplazado por Andreas Christensen, y el retorno a la oncena titular de Kanté.

