El Porto se impone al Benfica en la final de la Supercopa de Portugal por 2-0. Cierra el 2020 habiendo ganado Liga, Copa y Supercopa portuguesa
Un partido, que hace unos meses se había decidido no llevar a cabo, llegó justo antes de que terminará el año. Se enfrentaban Porto vs. Benfica, lo que podía ser un tipo de revancha para las águilas, ya que tanto en liga como en copa quedaron en segundo lugar, viendo a los dragones coronarse en ambas competiciones.
El partido empezó muy ríspido, tanto que nos hizo recordar porque el Atlético del ‘Cholo’ Simeone suele pescar fichajes en ambos equipos. Se notaba que era un clásico, un partido entre rivales de mucho odio deportivo en el que se jugaban el levantar un trofeo, no era poca cosa.
Pero las emociones realmente se hicieron esperar hasta el minuto 25, cuando el Porto se puso en ventaja con un penal cobrado por Sérgio Oliveira. En una especie de contragolpe, el «Tecatito» Corona tomo el balón y espero al momento exacto para filtrar el esférico entre los centrales. Taremi se encontró con el balón entrando al área y fue derribado por Odisseas. Tras varios minutos, en los que se revisaba si existía o no fuera de juego y que el contacto ameritara la pena máxima, se marcó la falta. Oliveira tomó el balón con seguridad y engañó al guardameta para adelantar a su equipo.
Dos minutos más tarde Marchesín realizó una gran atajada empezando a tener protagonismo en el partido. Desde el gol, los dirigidos por Sérgio Conceição cedieron la iniciativa al rival, pero estos no lograban generar peligro. Cuando lograban generar peligro Marchesín se imponía bajo los tres palos.
Ya en la segunda parte los dragones fueron recuperando la posesión de la pelota , esperando la oportunidad para liquidar el partido. Primero la tuvo Mateus Uribe con un tiro desde fuera del área que detuvo Odisseas. Posteriormente sucedió una serie de rebotes de la que se salvaron las águilas; un centro rematado por Mbemba que tras desviarse terminó por rechazar Otamendi, que evitó que Uribe certificara el 2-0 con una chilena sobre la línea. La «número cinco» cayo en los pies a Marega, este remató, pero su disparo fue desviado al tiro de esquina.
Los de Jorge Jesús también tuvieron algunas oportunidades, las más importantes de tiro libre. En dos ocasiones Grimaldo pudo igualar el marcador con un cobro de falta a las orillas del área. La primera la desvió Marchesín. En la segunda la pelota golpeo la cruceta, metiéndole frío en el cuerpo a todos los jugadores del Porto. Si hubiera hecho diana Grimaldo, hubiera significado el empate al minuto 86.
Tres minutos después Corona recibió nuevamente el balón en el carril central. Filtro el cuero en el momento indicado, esta vez para Luis Díaz, quién había entrado al campo a los 77’. El colombiano entró al área para acto seguido disparar cruzado a la esquina inferior para poner el 2-0 definitivo y darle tranquilidad a su equipo en los cinco minutos restantes que agregó el árbitro.
Así los dragones le dieron un pequeño regalo adelantado de Navidad a su afición.
