El 18 de septiembre se inicia la nueva temporada de la Bundesliga, en ella el Bayern parte como máximo favorito a repetir el título; como viene siendo habitual en los últimos tiempos el Dortmund la inicia como el equipo que puede romper la racha de los bávaros, pero al final termina con una profunda decepción en sus aficionados. ¿Será esta la temporada en que lo logre o volverá a ser más de lo mismo?.
Las afirmaciones de Favre tras la victoria del Bayern en Champions hacen pensar que su no cree que el Dortmund pueda arrebatarle la liga a los bávaros. Declaraciones que pusieron el grito en el cielo en muchos aficionados, que pidieron su destitución. Más allá de los sentimientos, analizando deportivamente al equipo podemos decir que no le falta razón. Vistos los amistosos que ha jugado estos días, el Dortmund no ha solucionado ninguno de los problemas importantes que mostró la pasada temporada, y que se agravaron tras el parón por el coronavirus.
Los principales problemas vinieron por una debilidad defensiva considerable, empezó jugando con una defensa de cuatro, que mostraba la poca contundencia y en algunos casos la poca calidad no sólo del sistema defensivo sino de los jugadores que ocupan esos puestos. La realidad es que Hummels cumple por veteranía, pero ya está lento frente a delanteros con velocidad, y tanto Akanji como Zagadou no tienen por ahora nivel para ser titulares en este equipo. La solución fue pasar a defensa de tres con los laterales Achraf y Guerreiro adelantados, con ello paró la sangría defensiva.
El problema es que no se ha fichado nada en esa parcela, más allá de Meunier para suplir la salida de Achraf. En los partidos del pasado sábado frente a Paderborn y Bochum utilizó un sistema de cuatro defensas y el resultado fue un desastre, cada llegada del rival era gol o una clara ocasión de gol. Mismos sistemas mismos problemas.
Los refuerzos han llegado en la medular con Bellingham y Reinier, y arriba se espera noviembre para la entrada del canterano Moukoko. Con ellos se garantiza dominio de balón y gol, pero de poco sirve si atrás no se es seguro.
Y lo más importante, al igual que la temporada pasada, el equipo se sigue desconectando en fases del partido, lo que le ocasionó perder puntos clave en partidos que iba ganando.
El último problema, y para mí el más importante, es que con Favre el equipo nunca ganará nada, entrenador limitado tácticamente, incapaz de leer los partidos y con poco gen ganador, es casi imposible que pueda romper la hegemonía del Bayern. Es por todo ello que pienso que el Dortmund volverá a decepcionar a sus aficionados.