Bartomeu quiere morir matando

foto: eldesmarque.com

El Presidente del Fútbol Club Barcelona, Josep María Bartomeu, parece empeñado en terminar su mandato cueste lo que cueste

Para él y su junta, compuesta en total por 14 directivos, parece no importar el escándalo del ‘Barça Gate’, la nefasta gestión de los jugadores que salen de La Masia en los últimos años, el caso Messi, el escandaloso mercado de fichajes en 2020, el 3-0 en Roma, el 4-0 en Liverpool y el 2-8 del Bayern… y una interminable lista de fracasos deportivos e institucionales que han ocurrido durante su presidencia.

La guinda al pastel ha sido la moción de censura que recientemente ha confirmado la validez de las firmas necesarias para poder salir adelante. Más de 20.000 socios decidieron firmar en contra de esta junta directiva y anticipar el final de su mandato. Una vez validado, ya “solo” falta el voto de censura de 2/3 de los socios que acuden a la asamblea extraordinaria para que Bartomeu se convierta en el primer presidente cesado de la historia del Barça.

No obstante, cuando aparentemente el barco ya está prácticamente hundido y pocos son los cartuchos que le quedan a Bartomeu para quemar, el todavía presidente del conjunto azulgrana se resiste con todas sus fuerzas y no muestra ni una mínima intención de dimitir. De hecho, trata de atacar con toda la artillería a aquellos que están intentando sacarle de su cargo.

Después de que las autoridades sanitarias rechazaran el recurso presentado por la directiva del Barça para tratar de prohibir el referéndum del voto de censura, ahora la junta directiva ha presentado una denuncia a la Guardia Civil en la que ha alegado irregularidades en algunas de las firmas de la moción. Según apunta Cadena Ser, Bartomeu y su entorno considera que hay unas 300 falsificadas.

La Vanguardia va más allá, y ha aportado información sobre el escrito, en el que se puede leer: “todo parecería apuntar a una campaña perfectamente planificada y orquestada con el fin de perjudicar a la junta. Se han detectado evidencias de la posible perpetración de ilícitos de carácter penal que, por su trascendencia, escapan al ámbito de la Mesa”.

Dejando de lado la presunción de inocencia de ambas partes, todo apunta a que puede tratarse de una búsqueda de tiempo desesperada por parte de la junta del Barça, que intentan alargar lo máximo posible la votación de censura. Se podría llamar también falta de decencia. Con toda la plantilla en contra, con el mejor jugador de toda la historia del club, y capitán, que no te puede ni ver, con una moción de censura en tiempos de pandemia que ha conseguido más votos que cualquier otra en la historia, y todo el saco de motivos deportivos e institucionales que he comentado… cualquier persona en su sano juicio habría dado ya un paso al lado y convocado elecciones.

La gota que ha colmado el vaso en su gestión ha sido el último mercado de fichajes. Salieron Luis Suárez, Arturo Vidal, Ivan Rakitic, Rafinha, Todibo, Semedo… y el único por el que se percibió una cantidad considerable de dinero fue por el lateral portugués. Bartomeu y su junta dejaron bien claro que su única intención era liberar masa salarial para tratar de tapar el enorme agujero económico que están dejando en el club.

Sin duda, todo un espectáculo dantesco en uno de los mejores clubes del mundo que tiene un gran perjudicado: el aficionado. Eso sí, tenga el final que tenga esta historia, la huella imborrable (para mal) que ha dejado Bartomeu y su junta directiva va a pasar a la historia como una de las peores etapas en los más de 120 años de existencia del club.