Barcelona tendrá la opción de recomponerse del fatídico regreso post parón en el que perdió LaLiga a manos del Real Madrid. Los blaugrana recibirán a un Napoli que en la Serie A ha estado muy por debajo de las expectativas que se tenían del equipo de Gennaro Gattuso a comienzos de temporada
Quique Setién ha tenido diversos problemas para encontrar el funcionamiento deseado para su equipo. Ya sea con el habitual 4-3-3 o con los experimentos realizados con el 4-1-2-1-2, el ex entrenador del Betis ha dejado dudas con su manejo de campo. El cuadro blaugrana ha carecido de velocidad en el traslado de balón, de falta de movilidad de sus piezas en momentos de posesión y de profundidad en banda en los últimos partidos.
La aparición de hombres como Ansu Fati y sobre todo Riqui Puig han dotado de vértigo y dinamismo al juego del Barcelona, pero no han sido suficientes para resolver los problemas colectivos. Además, Setién deberá afrontar la llave con las bajas de Sergi Busquets y Arturo Vidal por acumulación de tarjetas amarillas, además de las de Umtiti y Ronald Araujo por lesiones.
A pesar de que el panorama blaugrana tiene más negros que blancos, la actuación de Lionel Messi durante esta temporada abre una luz de esperanza en el horizonte catalán. El título en Champions League se vuelve vital para salvar una temporada de pocas certezas y muchas interrogantes.
Insigne tira de Napoli
El cuadro gli azurri también llegará a la llave de octavos de final entre dudas. Luego de una temporada 2018-2019 peleando el título y quedando en segundo lugar, el equipo ahora dirigido por Gennaro Gattuso cerró la Serie A en un lejano séptimo puesto y apenas clasificando a Europa League.
El 4-3-3 habitual de Gattuso (muchas veces 4-1-4-1 sin balón), privilegiando el juego por banda y el control en campo contrario, ha tenido problemas en la concreción de situaciones de peligro. El fuerte del Napoli han sido las jugadas a balón parado, tanto defensiva como ofensivamente. Gattuso ha transformado al Napoli en un equipo que parte por el orden de sus piezas, una rigidez táctica sin balón capaz de cerrar el pasillo central y contrarrestar con un bloque de presión medio-alta.
El jugador en mejor forma del equipo italiano ha sido Lorenzo Insigne. 7 goles y 6 asistencias para el extremo izquierdo que asoma como la principal amenaza para el Barcelona en caso de recuperarse de la lesión al aductor.
La llave a definirse entre Barcelona y Napoli puede significar un envión importante para dos equipos que no han logrado convencer desde el funcionamiento, alternando más dudas que certezas.