Por: Germán Carrara / @GermanCarrara
Hoy, 29 de junio, se cumple un nuevo aniversario de la segunda Copa del Mundo obtenida por Argentina.
El combinado dirigido por Carlos Bilardo no llegaba de la mejor manera a México ’86. Luego de sufrir más de la cuenta al clasificarse en la última fecha de las Eliminatorias, arribaba al país azteca con la sensación de que iba a sumar una nueva decepción como en el mundial anterior de España ’82, en el que quedó eliminado en segunda ronda. Sin embargo, en el equipo estaba ni más ni menos que Diego Armando Maradona. Quien por aquel entonces ya había consumado su primer temporada en el Napoli, luego de deslumbrar a todo Europa con su habilidad en el Barcelona. Era la única esperanza del conjunto albiceleste que inició su camino con un triunfo ante Corea del Sur 3 a 1, un empate frente a Italia 1 a 1 en el que Diego marcó el empate, y victoria sobre Bulgaria 2 a 0 para quedar primero en el grupo. Argentina avanzaba a Octavos de Final donde debía enfrentar a Uruguay, con el antecedente que indicaba que nunca había podido derrotar a un campeón del mundo en un mundial. Finalmente rompió la estadística y fue 1 a 0 con un partido mucho más friccionado que jugado.
Pero la historia grande se comenzaría a escribir el 22 de junio. Argentina se cruzaba con Inglaterra por los Cuartos de Final bajo un contexto totalmente bélico, al enfrentarse por primera vez luego de la Guerra de Malvinas en 1982. Con el paso de los años, los protagonistas que en aquel momento quisieron descomprimir la previa, admitieron haber sentido un clima absolutamente tenso entre los planteles, la prensa y los hinchas. Ese día, Maradona quedaría en la memoria del fútbol por dos hechos que marcaron a la Copa del Mundo para siempre. Primero, a los seis minutos del segundo tiempo daba la ventaja con la famosa jugada bautizada por el mismo Pelusa como «La Mano de Dios» y, cuatro minutos más tarde, con el mejor gol en la historia de la competición. Con aquella jugada dejó demostrado ante los ojos del mundo ser, sin dudas, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, al desparramar a seis jugadores ingleses. Más allá del descuento de Gary Lineker a nueve minutos del final, la Selección Argentina desahogaba a sus hinchas con sed de revancha y avanzaba a la Semifinal en donde debía afrontar el cruce con Bélgica, que si bien había dejado en el camino a la España de Butragüeño, no sería problema para Maradona que marcó los dos tantos que sentenciaron la clasificación a la tercer final del mundo para el conjunto blanquiceleste.
Crédito: FIFA TV
El 29 de junio en el Distrito Federal, Alemania y Argentina jugarían la primera de las tres finales que disputaron hasta el día de hoy. Gracias a Brown, Valdano y Burruchaga, el seleccionado argentino se impuso ante los teutones 3 a 2, convirtiéndose el Azteca como el único estadio que goza del privilegio de haber visto tanto a Pelé como a Maradona, levantar la Copa del Mundo.