Laporta activa la reconstrucción total del Barça

El club asume que, sin refuerzos de élite, el proyecto de Flick no podrá competir con los grandes de Europa.

El FC Barcelona ha encendido todas las alarmas. La derrota frente al Chelsea no fue un accidente, sino la confirmación de que la plantilla perdió competitividad y necesita una reforma profunda. Joan Laporta, obligado por las circunstancias, prepara una respuesta contundente para el mercado de verano.

La dirección deportiva tiene claro que el equipo no está en condiciones de competir la Champions con garantías. Ni contra el Paris Saint-Germain ni contra el Real Madrid logró mostrar nivel top, y dentro del club existe consenso absoluto: sin tres fichajes de peso, el proyecto no despegará.

Las prioridades están definidas. La salida de Íñigo Martínez dejó un vacío evidente en la defensa y el bajo rendimiento reciente de jugadores como Dani Olmo, Jules Koundé, Pau Cubarsí o Lamine Yamal no hace sino acelerar la necesidad de cambios. Por eso, el Barça busca un central zurdo de jerarquía, un lateral derecho que compita de verdad con Koundé y un delantero capaz de liderar el ataque a largo plazo.

En la defensa, dos nombres destacan sobre el resto: Alessandro Bastoni y Nico Schlotterbeck. El segundo es visto como la opción más viable, gracias a una cláusula cercana a los 60 millones. Bastoni, en cambio, exigiría una negociación larga con el Inter. En paralelo, Deco maneja alternativas para el lateral derecho como Vanderson o Andrei Rațiu, perfiles que aportarían recorrido e intensidad.

El gran fichaje, sin embargo, debe ser el del ‘9’. Con Robert Lewandowski a meses de finalizar contrato y sin poder sostener ya su antiguo peso ofensivo, el club busca un nuevo líder. Julián Álvarez es el gran sueño, aunque su coste y la resistencia del Manchester City dificultan la operación. Por ello, el Barça valora opciones más accesibles como Serhou Guirassy o el joven Etta Eyong.

El verano se presenta decisivo: tres operaciones para reconstruir un proyecto que exige urgencia y ambición. Laporta, Deco y Flick lo saben. El objetivo es recuperar competitividad y devolver al FC Barcelona al lugar que pretende: la élite europea.