El Madrid aún sangra tras el golpe del derbi

La derrota en el Metropolitano ha dejado tocado al vestuario blanco. Entre autocrítica y llamadas internas, el dolor no desaparece.

El Real Madrid no consigue pasar página. La derrota sufrida en el Metropolitano todavía pesa en el ánimo de un vestuario que se reconoce tocado y preocupado. La caída, por cinco goles, ha dejado heridas profundas difíciles de cicatrizar.

Los jugadores son conscientes de que no estuvieron a la altura de lo que representa el 15 veces campeón de Europa. Ni en actitud ni en juego. Tras el partido, el técnico Xabi Alonso intentó recomponer a los suyos con charlas privadas, análisis de errores y mensajes de ánimo. Sin embargo, la herida sigue abierta y el orgullo dolido.

Las horas posteriores fueron tensas. Los teléfonos de la cúpula blanca y de varios pesos pesados del vestuario echaron humo, reflejo de la preocupación existente en la entidad. Carvajal, capitán del equipo, lo expresó en caliente tras el partido asegurando que “había que tragar bilis”. Más tarde, en la concentración en Almaty, fue Valverde quien alzó la voz para reconocer la falta de actitud: “Podemos fallar en muchas cosas, pero la actitud no se negocia. Mostramos que el empate nos servía y no es así”.

El diagnóstico es compartido dentro del grupo. Contra rivales directos, el equipo ha mostrado fragilidad y una versión muy alejada de la que exige la camiseta blanca. Ahora, en el vestuario se impone la autocrítica, las conversaciones cara a cara y la necesidad de unirse más que nunca.

Queda temporada por delante, pero el golpe del derbi ha sido un recordatorio de que sin intensidad ni carácter el camino será muy complicado. El Real Madrid, tocado en su orgullo, sabe que la reacción no puede esperar.