
La primera final del Atlético llega demasiado pronto en Champions
No es un partido más: el grupo aprieta y el calendario no da tregua. El Atlético necesita sumar de inmediato para no complicarse.
El Atlético de Madrid activa el modo Champions en el Metropolitano con un choque que llega en un momento clave. Los resultados de la primera jornada han dejado sin margen de error a los rojiblancos, que deben ganar al Eintracht Frankfurt para evitar que la clasificación se complique a las primeras de cambio.
El equipo alemán aterriza en Madrid en plena euforia goleadora. Bajo las órdenes de Dino Toppmöller, los de Frankfurt acumulan 14 tantos a favor y 9 en contra en apenas tres partidos, incluido un espectacular 4-6 frente al Borussia Mönchengladbach. En Europa debutaron con un contundente 5-1 al Galatasaray, resultado que les ha colocado líderes de grupo y con una diferencia de goles que puede valer oro en el futuro.
Para el Atlético, el calendario no da respiro. Después de este encuentro, tocará visitar al Arsenal en Londres, una de las salidas más duras de la fase. De ahí que la cita en el Metropolitano se perciba como una final anticipada. Todo lo que no sean tres puntos obligaría a buscar victorias en plazas complicadas como Holanda, Turquía o Inglaterra.
Las cuentas del grupo
El plan rojiblanco pasa por hacer pleno en casa. Ganar a Eintracht, Union Saint-Gilloise, Inter y Bodø/Glimt es el camino más seguro para alcanzar el top 8. La derrota en Anfield obliga a redoblar esfuerzos, porque cualquier tropiezo en casa puede ser letal en un grupo tan exigente.
Almada, entre la prudencia y la ilusión
La buena noticia llega con la recuperación de Thiago Almada, que ha vuelto a la dinámica del grupo. Sin embargo, no se le espera en competición oficial hasta después del parón de selecciones. El cuerpo técnico quiere evitar riesgos y frenar cualquier tentación de la selección argentina de adelantar su regreso.
El Metropolitano se prepara para una de esas noches donde la presión pesa tanto como el balón. El Atlético afronta su primera final europea antes de tiempo, consciente de que un error puede marcar todo el camino en la Champions.